sábado, 25 de enero de 2014

La respiración y su relación con la Cadena Miofascial Frontal Profunda (CMFP)


La respiración y su relación con la Cadena Miofascial Frontal Profunda (CMFP)

No se me ocurre mejor forma de abrir este blog que hablando acerca de la respiración. La respiración (Breathing) es la esencia de la vida. Puedes pasar días sin comida, sin agua, y sin dormir, pero no sin unos minutos de oxígeno.

Realizamos alrededor de unas 22.000 respiraciones al día. Sí, has leído bien, 22.000 respiraciones al día! y la mayoría de las personas lo hace mal. Imagínate cómo se sentirían las caderas, las rodillas y la columna vertebral si hicieras 22.000 malas posiciones en cuclillas al día. Basta con mirar las conexiones fasciales entre el diafragma y el resto de músculos para ver las grandes implicaciones que una mala respiración puede provocar.

* También provocaría grandes implicaciones viscerales sobre las que ya hablaremos más adelante, ahora nos centraremos en las que influyan directamente en el sistema musculoesquelético.


Como se puede ver en esta imagen de la Cadena Miofascial Frontal Profunda (Myers), los patrones de respiración deficientes podrían contribuir a problemas en la ATM (Articulación TemporoMandibular), provocar cefaleas tensionales en los temporales, rigidez en el cuello (cervicales), hipomovilidad en la columna dorsal, debilidad en la musculatura abdominotorácica (core), compresión lumbar, compromiso del suelo pélvico (SP), rigidez en las caderas, calambres en las piernas, etc...

Quiero hacer incapié en la importandia del volteo y del gateo (Rolling y Crawling) pues son una parte fundamental de nuestro desarrollo neurológico. Antes de ponernos de pié y de dar nuestros primeros pasos, rodamos (volteamos) y nos arrastramos (gateamos) por el suelo para desarrollar todos los pequeños músculos intrínsecos necesarios para la locomoción. Si alguien se salta cualquiera de estos pasos mientras se están desarrollando sobre todo durante el 1er año de vida, se pueden producir discapacidades graves en el movimiento y en el aprendizaje. 

"En el desarrollo, el sistema propioceptivo está íntimamente ligado al sistema vestibular, que nos permite el equilibrio necesario para pasar de una posición estática a una dinámica. Los bebés comienzan a moverse desde los músculos abdominotorácicos (core) y se produce una retroalimentación (biofeedback) constante de los propioceptores de la corteza motora del cerebro (Neocórtex) que permiten que haya más y más complejidad en los movimientos. Así que los bebés pasan de mover el vientre (respirar), a darse la vuelta (voltear), a gatear, a sentarse, a ponerse de pie y finalmente, caminar " Pág 49 Smart Moves de Carla Hannaford.

"Sabemos desde hace años que los niños que se saltan la etapa de gateo pueden presentar dificultades de aprendizaje más adelante. En el gateo, realizan un movimiento transversal lateral, que activa el desarrollo del cuerpo calloso (la vía nerviosa entre los dos hemisferios del cerebro). Esto nos lleva a que ambos lados del cuerpo trabajen juntos, incluyendo los brazos, piernas, ojos (visión binocular) y oídos (audición binaural). Con la misma estimulación en ambos lados, los sentidos acceden más a fondo en el medio ambiente y los dos lados del cuerpo pueden moverse de una manera más global e integrada para realizar una acción más eficiente". Pág. 112 Smart Moves de Carla Hannaford.

Conclusión: Estos son los mismos músculos que se atrofian con un mal uso de la respiración (con el paso del tiempo) y pueden causar todo tipo de dolor musculoesquelético y/o disfunción. ¿Cómo perdemos nuestra capacidad de voltear y gatear? Con la inactividad, la falta movimiento. A los 7 años la mayoría de nosotros dejamos de explorar nuestro entorno y las escuelas nos confinan en esas cosas horribles llamadas sillas. El "sentado" es el nuevo fumador de nuestra generación. Nos sentamos un promedio de 9,3 horas al día, mientras que solo dormimos 6,7 horas de media!

RECUERDA: SI algo NO lo usas, se ATROFIA!

Entonces, ¿cómo recuperarse? He aquí una buena forma para empezar:

- Ejercicios de respiración.
- Entrenamiento funcional (trabajo de fortalecimiento de cadenas musculares).
- Hacer ejercicio y estiramientos todos los días.
- Osteopatía y Acupuntura para normalizar las tensiones y los tejidos del cuerpo.
- Reeducación postural.

Osteópata: Sergio Peinado Sancho
Contacto: sergiopeinado.do@gmail.com
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